Los intereses de la homeopatía y sus laboratorios con la medicina de familia

Por Vicente Baos.

 

Resulta pesado, reiterativo y aburrido argumentar una y otra vez contra la homeopatía como pseudociencia. Me niego a dar enlaces, argumentos y textos que demuestran, una y mil veces, la absoluta carencia de rigor científico de esta práctica creada antes del desarrollo de la física, la química y la biología. Si alguno de mis lectores todavía no se ha enterado, por favor, no vuelvan a este blog nunca más.

Pero aún así, hay que llamar la atención que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, antes llamados médicos generales y rurales, oficialmente denominados médicos de familia, acogen en su seno durante los congresos anuales, desde hace años, talleres de homeopatía financiados por Boiron. Asimismo, uno de sus grupos oficiales de trabajo está dedicado en exclusiva a la homeopatía.

Me resulta bochornoso que eso sea así. Una “sociedad científica” no puede acoger en su seno -de forma equivalente y paralela a grupos de trabajo dedicados a patologías concretas o áreas de interés para el médico de familia como la gestión del medicamento o la hipertensión arterial- a la homeopatía, como podría acoger al rezo a distancia, a las flores de Bach o a la imposición de manos.

Por muchos médicos que se dediquen a aplicar en sus pacientes, de forma pública y sobre todo privada, la homeopatía, ésta no va a adquirir carácter científico. Fomentar grupos de trabajo, talleres, etc, subvencionados por la industria farmacéutica magufa como Boiron, es hacer una labor de proselitismo de una pseudociencia que invalida, en mi opinión, a toda la organización mientras no se desmarque de estas prácticas.

Igual que la Coca Cola intenta influir en los ambientes médicos con los congresos de la hidratación, SEMERGEN hace la labor de vocero pagado de los laboratorios fabricantes del agua diluida con memoria.

He sido acusado varias veces de intransigente y radical en mi rechazo a la homeopatía y su acercamiento al ámbito científico. Personalmente, expreso mi opinión y, contradiciendo a Groucho Marx, si no te gusta no tengo otra.

Una medicina de familia sin magufos es posible.

 

Fonte: El Supositorio