Alames Argentina repudia el golpe de Estado realizado en la hermana República de Bolivia

Alames Argentina repudia el golpe de Estado realizado en la hermana República de Bolivia. Tenemos memoria y nunca un golpe militar contra gobiernos populares, ha traído bienestar para su pueblo. Solo han aportado dolor, hambre y violencia.

En el Estado Plurinacional de Bolivia, se venía desempeñando un avance caracterizado por redistribución de la riqueza con un crecimiento constante, donde se había puesto fin a una economía extranjerizada. Es por ese mismo motivo que la derecha, no acepta resultados de las últimas elecciones, ni la realización de un nuevo proceso electoral.

La barbarie desatada con una verdadera cacería de funcionarios y sus familiares, presiona al presidente electo a renunciar para evitar que la ola de violencia se extienda. Un verdadero GOLPE MILITAR.

Este nuevo golpe, está en el repudiable marco de una suma de acontecimientos denominados en su momento “Golpes Blandos” como en Honduras contra Zelaya, en Paraguay contra Lugo, en Brasil contra Dilma.

Una serie de diversos gobiernos que han ajustado tanto económica y socialmente a sus pueblos generando reacciones populares como Haití, donde unas 42 personas han muerto en las protestas de las últimas 7 semanas; Ecuador que durante semanas, las protestas alentadas desde organizaciones sindicales y de oposición, a las que se sumaron colectivos indígenas y universitarios, desconocieron el estado de excepción y doblaron el brazo del presidente neoliberal Lenín Moreno; Chile, también entre otros pueblos que se han puesto de pie y han echado a caminar rumbo a la dignidad rompiendo el esquema de rigidez impuesto por el pinochetismo y su presidente Piñera solo da respuesta represivas violando derechos humanos.

Argentina , se derrota al macrismo y Brasil, se libera a Lula. Esta realidad demuestra que está en puja en la región, si se avanza en democracias participativas, con distribución de riquezas, gobiernos inclusivos que garanticen el avance social y cultural o someter a los pueblos a procesos de inequidad con concentración de riqueza, objetivos que tan bien expresan los gobiernos neoliberales.