Pronunciamiento por el derecho a la salud

La reforma de salud, o cómo lucrar con la enfermedad de los mexicanos

El gobierno federal prepara una nueva reforma que afectará el sistema público de salud y a la seguridad social. Esta reforma niega el derecho a la salud, reduce la atención pública y amplía el mercado privado de la salud.

El gobierno de Enrique Peña Nieto impulsa la reforma en dos direcciones:

1. Degradar la atención médica del IMSS y del ISSSTE al paquete del Seguro Popular.

Al fundir el Seguro Popular, el IMSS y el ISSSTE, la reforma pretende que los usuarios tengan “portabilidad” y puedan acudir a las unidades de estas instituciones. Sin embargo, aunque las personas estén “universalmente cubiertas” o aseguradas, sólo podrán acceder a los servicios de un paquete reducido de intervenciones, contrariamente a lo que hoy cubren el IMSS e ISSSTE, que atienden todos los padecimientos y prestan todos los servicios.

Como el Seguro Popular deja fuera problemas de salud frecuentes (como la insuficiencia renal crónica y muchos cánceres), los asegurados deberán pagar por la atención en las unidades médicas públicas, o fuera de ellas. Si bien esto ya es una opción hoy en día, la diferencia es que, luego de la reforma, será la única opción posible, por lo que la atención sólo estará disponible para quienes puedan pagarla.

Más de 50 millones de derechohabientes al IMSS y al ISSSTE verán recortados sus derechos y los inscritos al Seguro popular no obtendrán ningún avance.

2. Trasladar fondos públicos a empresas médicas privadas.

Las empresas médicas privadas ofertarán servicios del seguro reducido y se les pagará con dinero público; los servicios no incluidos en ese seguro que llamarán “universal” serán cobrados aparte a los usuarios.

La experiencia internacional muestra que –bajo la lógica de obtener mayores ganancias– las empresas privadas reducen costos, limitan y retardan la atención y rechazan a pacientes que padecen enfermedades “costosas” o que no son considerados “buenos clientes” (enfermos crónicos, adultos mayores, pobres).

Las personas con mayores necesidades son las menos atendidas, sea porque se les niegan los servicios o porque no pueden pagarlos.

Las organizaciones, grupos e individuos que suscribimos este pronunciamiento defendemos que:

• La salud es un derecho y su atención no es una mercancía. Nuestra constitución reconoce el derecho a la protección de la salud, lo cual implica acceso a servicios públicos equitativos y de calidad. Cuando el Estado promueve que la atención de la salud se venda y se compre, se convierte en una mercancía y se generan ganancias con las enfermedades que afectan a la población, reproduciéndose las de por sí grandes desigualdades en el acceso a la atención.

• La salud va más allá de la atención médica. La salud de la población pasa por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de la gente

• Nuestras instituciones de salud son patrimonio de todos. Estas instituciones han sido construidas por varias generaciones y son la plataforma para hacer realidad el derecho a la salud. Son bienes comunes que deben ser fortalecidos, cuidados y defendidos.

• Debemos construir un sistema de salud universal. Queremos un sistema basado en la defensa de la vida digna y la salud, equitativo, respetuoso de las distintas culturas y sus prácticas. Aspiramos a que todo ciudadano pueda hacer uso de todos los servicios en cualquier parte del territorio nacional, un sistema público y gratuito, sin paquetes básicos.

La reforma impulsada por Peña Nieto, no sólo tendrá efectos negativos en la población en general, sino también en los trabajadores de la salud empeorando sus condiciones laborales. Hacemos un llamado a la ciudadanía a organizarse y a generar un debate crítico, impulsar la movilización y la resistencia a la propuesta que convierte a la salud en mercancía. Así también, a defender la salud como un derecho social y a trabajar por un sistema de salud público, integral, equitativo y universal.

México, enero de 2014

Te quieres adherir al pronunciamiento, ve a: http://wp.me/P4imAt-f

Asa Cristina Laurell
Catalina Eibenschutz Hartman
Ana María Carrillo
Anabel Citlalli López Gómez
J Enrique Cruz
Rafael González Guzmán
Juan José García García
Julián Alcalá Ramírez
María del Pilar Paz Román
María Guadalupe Alvear Galindo
Martha Edilia Palacios Nava
Primo Antonio Sandoval Aguilar
Juan Manuel Castro Albarrán
Oralia Acuña Dávila
David Limón Cruz
Jesús Santiago Reza Casahonda
Mariana Del Hoyo Alvarado
Nashielly Cortés Hernández
Nicolás Rodríguez Suasto
Tania Obdulia Valadez George
Carolina Tetelboin Henrion
Jose Arturo Granados Cosme
María de los Ángeles Garduño Andrade
Oliva López Arellano
Silvia Tamez González
Xareni Zafra Gatica
Luis Ortiz Hernandez
Lucrecia Hernández Mack
Zorina Ortega Sosa
Adolfo Rodríguez Delgado